jueves, 15 de noviembre de 2012

Investigar sí ¿pero cómo? Consideraciones didácticas para los trabajos de investigación

La realización de este tipo de actividad implica necesariamente considerar "la investigación" como una estrategia didáctica donde se organiza la práctica educativa bajo los principios de la indagación, la creatividad y la comunicación, desarrollando situaciones de aprendizaje significativas y contextualizadas.

Pero implementar la realización continuada de trabajos de investigación desde este prisma no es fácil, porque su planificación resulta compleja y su diseño conlleva ciertas dificultades.

Actualmente podemos identificar diversas resistencias en los equipos docentes.  Aún existe la idea que este tipo de actividad no resulta viable por cuestiones organizativas ya que su realización dificulta el desarrollo completo de los programas. Otros ámbitos de opinión insisten en la problemática de no disponer de suficiente tiempo para diseñarlas. Ante esta situación hay que abrir caminos de posibilidad y visualizar la cuestión con más amplitud.

En primer lugar hay que destacar que este enfoque didáctico no es exclusivo ni único, que es compatible y puede alternarse con otras estrategias y metodologías. Estamos hablando de "investigar" y no únicamente de realizar trabajos de investigación de gran calado. El objetivo es poder aprovechar todas las virtudes de la "investigación" como estrategia didáctica.  Dejar de plantearla como finalidad en ella misma y considerarla un medio para lograr unos aprendizajes específicos.

De esta forma podemos considerar viable llevar a cabo actividades de investigación en momentos concretos del curso. Situaciones de aprendizaje que requieran pequeñas investigaciones incardinadas en tareas de aprendizaje. Plantearse la posibilidad de empezar a desarrollar actividades de investigación concretas, pautadas y simples que no requieran muchas sesiones de trabajo. Y hacerlo con el objetivo que poco a poco se puedan llegar a abordar proyectos más complejos que incluso puedan ser interdisciplinarios.

En segundo lugar debemos valorar que la organización y secuenciación de la actividad de investigación responde a un doble propósito: por un lado ejercer un control del proceso que ponemos en marcha y otro que este proceso sea lo más relevante posible para el alumnado.Para ello el profesorado necesita apoyo e instrumentos de diversa naturaleza especialmente organizativos y metodológicos.

Porque el problema real no es no solo cómo concretar "qué investigamos" sino principalmente determinar "para qué investigamos". Y en consecuencia cómo desarrollar una propuesta al respecto que sea factible. Así pues... ¿cuales son los procesos globales implicados en la realización de una actividad de investigación? y ... ¿cuáles deben ser las consideraciones didácticas a tener en cuenta?

Las posibilidades de diseño en referencia a una actividad de investigación son muchas y remiten a la creatividad del maestro. Las estructuras de apoyo que se requieren son principalmente de dos tipos: orientaciones para guiar el desarrollo del proceso de investigación e instrumentos para registrar los aprendizajes y facilitar la evaluación tanto de los recursos personales que se movilizan como de los contenidos que se trabajan.

Otro aspecto a considerar es la función que ejerce el docente como guía. Este acompañamiento guiado también requiere ser diseñado y planificado. La acción del maestro responde principalmente al objetivo de facilitar modelos concretos de acción con el fin que el aprendiz vaya avanzando en autonomía personal y capacidad de decisión.

Como se ha comentado lo más relevante en el proceso de investigación es considerar el "para qué investigamos".  ¿Qué hemos de hacer con la información? En este sentido es conveniente que se propongan tareas de investigación o situaciones-problemas a resolver que no generen procesos excesivamente simples de búsqueda que nos lleven sin querer al "cortar" y "pegar" únicamente, sino que se planteen propuestas que necesariamente impulsen al alumnado a ir más allá, a pensar y generar conocimiento no únicamente a reproducirlo. A activar procesos de pensamiento de alto nivel cognitivo.

Porque lo que pretendemos no es una yuxtaposición de datos e informaciones bien ordenadas colocadas en un documento o producto final, sino la comunicación de un conocimiento personal o colectivo generado gracias al proceso de investigación realizado.

Porqué la finalidad última de la "investigación" es  provocar en el aula el razonamiento. Activar de forma explícita estrategias cognitivas que lleven a la realización de operaciones mentales específicas. Enseñar a aprender y a pensar de forma que el individuo pueda tener autonomía de pensamiento y recursos intelectuales sólidos. En este sentido es interesante considerar las habilidades de pensamiento que propone la llamada Taxonomía de Blomm realizada en 1956 por Benjamín Bloom que fue actualizada en 2000 por Lorin Anderson y David R. Krathwohl.



Texto extraído de:
Blasco, Anna ; Durban, Glòria. La competència informacional: del currículum a l’aula. Barcelona: Publicacions de Rosa Sensat. Dossiers, 72.